De manera natural, nuestro cabello está en continuo proceso de regeneración: los pelos con los que nacimos no son los que nos acompañarán toda la vida, sino que se van renovando: cada pelo vive de 2 a 6 años y pasa por tres fases en lo que se conoce como ciclo de vida capilar: crecimiento, estancamiento y caída. Es un proceso normal, que además se acentúa en otoño, un momento en el que perdemos más cabello de lo habitual. 

Aunque es difícil dar un dato promedio, se calcula que una persona tiene unos cien mil pelos, y cada día perdemos de 50 a 150 cabellos. Además, durante el otoño esta cifra puede duplicarse e incluso triplicarse. La cuestión es: ¿cómo saber si estoy perdiendo más cabello de lo normal? Contar los pelos que perdemos cada día es bastante complicado, así que los expertos proponen una solución más sencilla: el signo de la tracción o signo de Sabouraud: si al tirar del pelo se desprenden más de dos o tres pelos puede considerarse que la caída está siendo más intensa de lo normal.

Por otra parte lo que sí está demostrado es que el estrés, los cambios hormales o una dieta desequilibrada debilitan el bulbo capilar. Esto puede traducirse en un cabello más fino, con menos volumen y densidad. Y el otoño con la vuelta a la rutina, el inicio del colegio… puede ser sin duda una época de estrés.

Además hay que tener en cuenta que con la edad es normal que el pelo pierda volumen, fuerza, vigor y se muestre más fino, dando la sensación de que se ha perdido pelo.

El pelo vive diversas fases y una de ellas es la renovación, por eso es normal que cada día se caigan cabellos (entre 50 y 100 es lo habitual), porque también nacen otros nuevos. Si observas que la cantidad de pelo que se te cae es mayor y esa pérdida se mantiene durante más de 3 meses, es el momento de que acudas a un especialista.

6 consejos para cuidar el pelo en otoño y controlar su caída

  1. Sigue una dieta equilibrada y variada. La alimentación es muy importante para tener un cabello sano. Lo imprescindible para incluir en tu dieta si quieres lucir una melena sana y abundante son: vitamina C del kiwi, el brócoli, la papaya y la grosella; vitamina D3 que encontramos en huevos, salmón o leche de soja; el zinc que está en el chocolate, las espinacas, la carne de cordero o el germen de trigo; vitamina E que está en aguacate, aceites vegetales y frutos secos y el Omega 3 de los pescados azules.
  2. Cuídate el pelo con los productos adecuados. Utiliza champús, cremas suavizantes y mascarillas adecuadas a las necesidades de tu cabello. No te fíes de las recomendaciones de tus amigas, busca los productos más adecuados si tu pelo está coloreado, si es graso, tiene caspa, etc.
  3. Lávalo siempre que esté sucio. Quizás hayas oído alguna vez que cuanto más te laves el pelo, más se caerá, o más se ensuciará… Es falso. Lava tu pelo con los productos más adecuados siempre que lo consideres necesario.
  4. Date un masaje ascendente en el cuero cabelludo. Es muy recomendable masajear el cuero cabelludo para estimular la circulación sanguínea, mejorar la oxigenación del cuero cabelludo y así evitar la caída. Recomiendo hacerlo desde la zona del cuello e ir ascendiendo hasta llegar a la parte frontal, ya que esta zona es la que mayores problemas de caída presenta. Así estamos llevando la sangre hacía esa zona mejorando la circulación y la salud del bulbo piloso.
  5. Evita utilizar coletas o moños muy tirantes a diario. Si observas que la cantidad de pelo que pierdes es mayor, no utilices recogidos muy tirantes de forma habitual. Puedes llevar coleta o moño de vez en cuando, pero es aconsejable cambiar de peinado y no abusar de los recogidos muy tirantes que sí pueden provocar una caída del cabello que se conoce como alopecia traccional.
  6. Refuerza tu cabello con tratamientos específicos anti-caída. Si tu pelo es muy fino, está débil, se muestra quebradizo, y te preocupa su caída, utiliza tratamientos anti-caída. Champús, ampollas, nutricosmética…