1.- La última semana es la más importante

La semana clave de la preparación es la última. Es en la que hay que meter más carga de kilómetros, hacer algún que otro fartlek…

No hay nada como hacer unas buenas series en la víspera de tu primer maratón. Si puede ser, con pájara incluida. Eso te pondrá a tono para la mañana siguiente.

2.- Ve de más a menos

Un maratón se hace de más a menos, siempre. Corre la primera parte del maratón como si no hubiese una segunda, intentando hacer mejor marca personal. Tus piernas y todo tu cuerpo te lo agradecerán a partir del km 30.

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3.- No te fijes un ritmo objetivo

Tú sal a ver qué pasa. Si haces un kilómetro rapidillo, pues eso que te llevas. ¿Te ha salido uno 50 segundos más lento que el anterior? Vaya, seguramente estará mal medido el recorrido. Y sí no, es culpa del último modelo del pulsómetro-GPS que te acabas de comprar.

4.- No desayunes la mañana de la carrera

Durante la carrera no gastarás más energía de lo que gastarías cuidando a tus sobrinos en el Parque de Atracciones, así que no es necesario.

Si tienes hambre cuando te levantes, desayuna algo que nunca hayas tomado antes a esas horas, unos cereales nuevos con dibujos en la caja, unos callos, un polvorón. Sé original.

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5.- Llega a la línea de salida 10 minutos antes de que empiece la carrera

En los maratones suele estar todo muy bien planificado, así que encontrar aparcamiento suele ser fácil, la cola del guardarropa se termina en un par de minutos y, si tienes una urgencia de última hora, hay baños móviles de sobra para entrar directamente sin tener que esperar.

Llegando 10 minutos antes del pistoletazo de salida, vas sobrado.

No es necesario que calientes ni que estires. ¿Para qué vas a calentar si luego tienes 42 kilómetros y pico que recorrer? Los que dan vueltas antes de la carrera lo hacen por llamar la atención.

6.- Lleva todo tipo de geles y barritas encima

Cuantos más mejor. Tómate uno cada kilómetro o dos, no vayas a desfallecer.

Pero no bebas agua o bebida isotónica durante el recorrido. La hidratación está sobrevalorada. Si, por lo que sea, tienes que beber, hazlo de golpe, con tragos largos.

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7.- Estrena zapatillas y equipación

Unas zapatillas no pueden estrenarse en un entrenamiento, eso es de cutres. Hay que lucirlas por primera vez el día de la carrera, que se enteren todos los demás de qué pasta estás hecho.

Lo importante es el diseño de la zapatilla, todo lo demás es secundario. Cómpratelas justas de talla. Si ves que no te van del todo, te cortas las uñas el día antes.

8.- No hagas ejercicios de fortalecimiento

Fortalecer el cuerpo no es tan importante para un maratón. Lo importante es correr, a ser posible todos los días. Hay que darle caña al cuerpo, aunque no esté acostumbrado a volúmenes de carga tan altos.

Las sentadillas, flexiones, dominadas y demás ejercicios de gimnasio son para culturistas.

9.- Ponte nervioso el día antes

Ponte una película la noche de antes. Ben-Hur, El Señor de los Anillos, Titanic… que no baje de las 3 horas para irte a la cama bien entrada la madrugada.

Si no te va mucho el cine, sal a tomar unas copas por la ciudad y quédate hasta que cierre el pub. Contempla la posibilidad de ir sin dormir a la carrera, el descanso no es tan importante.

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10.- Haz lo que sea por acabar

Si ves que no vas a llegar a la meta, ataja unos kilómetros. Total, seguramente nadie se entere y lo importante es llegar y que te den la medalla para poder enseñarla en la oficina el lunes.

Si ves que recortar de golpe varios kilómetros va a ser muy descarado, recorta en las rotondas, en los giros de 90º y en otras partes del recorrido que lo permitan. Aunque no lo parezca, poco a poco estarás sacando unos buenos metros, que sumados, nunca vienen mal para acabar el maratón.

 

Nota: si eres de los que quiere acabar su primera maratón, haz lo contrario a lo que acabo de escribir.

Fuente: foroatletismo, Salva Portillo