Las dos son enfermedades infecciosas causadas por virus que pueden tener algunos síntomas comunes pero que debemos aprender a diferenciar tanto por el tratamiento, como por las posibles complicaciones, y sobre todo por la manera de prevenirlas.

¿Qué es?

La primera diferencia es que la gripe es una enfermedad infecciosa respiratoria causada por el virus “influenza” y esto permite la elaboración de vacunas, en cambio el resfriado común es una infección vírica de las vías respiratorias altas, causada principalmente por el rinovirus del que hay más de 100 tipos y por tanto sin vacuna.

Las dos se contagian a través de las gotas que se expulsan al toser o estornudos de las personas infectadas.

¿Cuáles son los síntomas?

La gripe comienza de manera brusca, con fiebre alta (hasta 40 º C), dolor de cabeza, dolor de garganta, dolores musculares, tos seca, debilidad y cansancio.

El resfriado se manifiesta de manera no tan brusca con rinorrea o goteo nasal, sensación de nariz tapada, estornudos, irritación ocular y algunas veces dolor de garganta y tos.

¿Cuántos días dura?

Los síntomas de la gripe llevarán entre 5 y 10 días si no hay complicaciones. 
La fiebre desaparece entre el tercer y quinto día. 
La tos seca puede durar entre 7 y 10 días y el cansancio puede llegar a prolongarse hasta dos semanas.

Los resfriados suelen curarse en una semana y a veces queda una tos residual hasta 15 días.

¿Qué tratamiento se debe hacer:

En caso de gripe se recomiendan tratamiento sintomático con antitérmicos y analgésicos, reposo en cama y una buena hidratación (al menos dos litros de líquido al día). En algunos casos de tos seca persistente se puede dar tratamiento para la tos. 
El tratamiento con antivirales es poco frecuente dada su dudosa eficacia.

En resfriados el tratamiento es similar, teniendo en cuenta que se cura solo y que los fármacos analgésicos no aceleran su curación. También es importante hidratarse bien para facilitar la eliminación de las secreciones nasales.

¿Cuando debemos consultar al médico?

Generalmente la gripe tiene una evolución benigna y no da lugar a complicaciones exceptuando determinados grupos de riesgo como pueden ser los ancianos, los niños menores de 5 años, los enfermos crónicos (bronquíticos, diabéticos, enfermos cardíacos), embarazadas y todos los enfermos inmunodeprimidos (tratados con quimioterapia o enfermos afectos de SIDA).

Los signos de alarma son:

  1. Expectoración purulenta.
  2. Dolor torácico.
  3. Sensación de ahogo.
  4. Disminución del nivel de conciencia.
  5. Persistencia de fiebre alta más de 5 días.
  6. Empeoramiento de los síntomas generales.

En caso de resfriados consultaremos cuando:

  1. No mejoren los síntomas pasados 5-7 días.
  2. Aparece fiebre.
  3. Aparece dolor torácico.
¿Cómo podemos prevenir el contagio?

En ambos casos puede seguir estos consejos que ayudan a reducir la exposición al virus:

  1. Lavarse las manos después de sonarse la nariz, antes de comer y antes de preparar alimentos.
  2. Utilizar pañuelos de un solo uso.
  3. Evitar el humo del tabaco y fumar.
  4. Evitar los locales cerrados y con mucha gente.

En el caso de la gripe es importante la vacunación en aquellos grupos de riesgo y siempre que su médico se lo aconseje.